Cómo usar la cáscara de limón para aplacar el dolor de articulaciones
El limón es un cítrico que se ha empleado desde los tiempos antiguos por uso alimentario, en la cosmética y especialmente medicinal. Entre sus variadas propiedades, la más notable es su alta concentración de vitamina C, pero igualmente notables son sus mixturas minerales, aceites esenciales y antioxidantes.
Hasta ahora se ha descubierto que tiene el poder para fortalecer el sistema inmunológico en los seres humanos y ayuda a tratar múltiples enfermedades como las infecciones bacterianas, la gripe y los resfriados. También forma parte del grupo de alimentos alcalinos y tiene poderes desintoxicantes y diuréticos.
A pesar de que se utiliza tanto alrededor del mundo, la gran mayoría de la gente tiende a pasar por alto la parte más versátil, la cascara, que contiene 20 veces más vitamina C y componentes antiinflamatorios que pueden resultar bastantes útiles en el tratamiento de dolor de las articulaciones.
Hoy veremos las ventajas más importantes de utilizar el limón y una receta bastante simple de efectuar para aplacar y combatir el dolor de las articulaciones.
La cáscara de limón para aplacar el dolor en las articulaciones
La razón por la que todo el mundo prefiere deshacerse de la cáscara de limón después de haber exprimido el jugo es su sabor extremadamente amargo. A pesar de esto, es una importante fuente de nutrientes. De esta parte de la fruta no solamente se obtienen aceites esenciales, sino también la vitamina C, el felandreno, más fibras naturales tales como la pectina.
También suministra ácidos orgánicos, por ejemplo, el ácido cítrico, acido fórmico y el ácido málico. Por otra parte, sus aceites sutiles ejercen un efecto antiinflamatorio calmante y asiste en aplacar el dolor en las articulaciones.
Esto, más su alto contenido de vitaminas A y C, ayuda a controlar la artritis y reduce el riesgo de un desgaste prematuro. También hay que acentuar que es una fuente buenísima de calcio, hierro y potasio, estos tres minerales fortalecen los músculos, los huesos, y las articulaciones.
Cómo tratar el dolor de las articulaciones con cáscara de limón
El remedio para aplacar el dolor de las articulaciones se hace combinando la casacara del limon con hojas de eucalipto y aceite de oliva extra virgen. Es una terapia para el uso externo por corto tiempo, mitiga los síntomas asociados con el dolor y la inflamación.
Los ingredientes
210 ml de aceite de oliva extra virgen
3 limones medianos
6 hojas de eucalipto
1 frasco de vidrio con su tapa
Vendas muy limpias
El proceso
Pela los 3 limones, pone las cáscaras en una olla con tapa, luego agrégale el aceite de oliva, y cerciórate de que quede bien tapado. Corta en trozos las hojas de eucalipto y agrégalas a la mezcla. Pone todo en la cocina a fuego lento por 16 minutos.
Deja reposar por 1 hora sin levantar la tapa de la olla. Después pone el contenido en la botella de vidrio y ciérralo herméticamente con su tapa. Déjalo en un sitio fresco y oscuro durante un día. Después de este tiempo, cuela con vendas y aplica este remedio sobre la zona afectada por el dolor en las articulaciones.
Cómo se usa
Remoja una venda en el compuesto y póntelo en la parte en donde sientes el dolor, de ahí cubre la venda con una envoltura plástica y una bufanda de tela. Deja actuar durante toda la noche para que los compuestos activos del limón surtan su efecto cuando estas durmiendo, en el transcurso de la noche. Usa este remedio tres veces por semana.
Té con la cáscara de limón
El consumo de té con cáscaras de limón es un complemento a la terapia que mencionamos más arriba. Esta combinación tiene el efecto de nivelar el pH de la sangre, y reducir al mínimo los procesos inflamatorios que aumentan la sensación de dolor en las articulaciones. Además, es útil para los problemas de digestión, afecciones circulatorias y los dolores de cabeza.
Los ingredientes
1 litro un cuarto de agua
3 limones con cáscara
2 cucharaditas y media de miel
El proceso
Exprime el jugo de los tres limones y corta las cáscaras en varios pedacitos, luego verte el litro un cuarto de agua en una olla mediana a fuego lento, revuelve. Deja hervir durante 15 minutos, después apaga el fuego y ponle el jugo. Añade las dos cucharaditas y medias de miel para endulzar el preparado. Echa toda la infusión a una taza grande y tómate este remedio casero con el estómago totalmente vacío en la mañana antes del desayuno.